23 de Mayo de 1875. Corrida de la Beneficencia. Tres toros de Veragua, tres toros de Saltillo y dos de Miura para los diestros Lagartijo, Currito y Cara-Ancha que confirmaba la alternativa.
Esta es la crónica sacada del periódico de Boletín de Loterías y toros del 24/05/1875 del sexto toro de Miura causante de la desgracia.
El sexto, de Miura, ha sido el primer toro que en la nueva plaza ha privado de la vida a un lidiador. Era el bicho retinto, listón, ojo de perdiz, astillado del izquierdo; de pocas libras, bravo y con poder. M. Calderón puso cuatro varas, por dos caídas, ocasioada una de ellas por el caballo, que quedó herido, y tres melones con dos tumbos y sardina muerta, estando al quite en los descensos, Arjona y Rafael.
En los tercios se hallaba el toro, entre la puerta de chiquerosy la de caballos, y con el cuarto trasero frente al tendido número 6, cuando el desgraciado Mariano Canet, Yusio, se fué hacia él cuarteando mal. El bicho, siguiendo la dirección del diestro, dió media vuelta hacia la derecha, y aquel, que debió salir en falso porque el momento oportuno de cuadrar había pasado, se metió, no obstante, y puso un par bajo; pero al salir de la suerte le enganchó el toro con el cuerno derecho por la pierna del mismo lado; tirole al suelo, le volvió a recoger, y le dejó por fin. El infeliz Yusio fué corriendo por su pié a la enfermería, donde falleció a los pocos minutos, pues en la segunda cogida tocó el cuerno la carótida ó las yugulares, y esto le produjo al desdichado banderillero tan repentina muerte. ¡Que Dios tenga piedad de su alma!. Ningún capote distrajo al toro durante el desavío mencionado.
Cosme prendió despues un par cuarteando, de las de banderas y otro al sesgo de las ordinarias. Cara-Ancha, previos cuatro de telón, dos cambiados, uno con la derecha y dos naturales endosó, una algo baja y recta a volapié y luego, después de cojer el estoque que estaba entre los piés de Chocero, atizó a éste otra a volapié tambien baja, dando las tablas, intentando por fin descabellar a la fiera sin conseguirlo.
Cosme se enredó con el capote al ir a correr al toro en la suerte última y cayó a los piés de lares; pero cuando ésta fué a hacer por el bulto ya Cosme, andando a gatas o a cuatro piés, se había puesto a salvo.