7 abr 2012

Cogida y muerte de Mariano Canet "Yusio"

  23 de Mayo de 1875. Corrida de la Beneficencia. Tres toros de Veragua, tres toros de Saltillo y dos de Miura para los diestros Lagartijo, Currito y Cara-Ancha que confirmaba la alternativa.
  Esta es la crónica sacada del periódico de Boletín de Loterías y toros del 24/05/1875 del sexto toro de Miura causante de la desgracia.
  El sexto, de Miura, ha sido el primer toro que en la nueva plaza ha privado de la vida a un lidiador. Era el bicho retinto, listón, ojo de perdiz, astillado del izquierdo; de pocas libras, bravo y con poder. M. Calderón puso cuatro varas, por dos caídas, ocasioada una de ellas por el caballo, que quedó herido, y tres melones con dos tumbos y sardina muerta, estando al quite en los descensos, Arjona y Rafael.
  En los tercios se hallaba el toro, entre la puerta de chiquerosy la de caballos, y con el cuarto trasero frente al tendido número 6, cuando el desgraciado Mariano Canet, Yusio, se fué hacia él cuarteando mal. El bicho, siguiendo la dirección del diestro, dió media vuelta hacia la derecha, y aquel, que debió salir en falso porque el momento oportuno de cuadrar había pasado, se metió, no obstante, y puso un par bajo; pero al salir de la suerte le enganchó el toro con el cuerno derecho por la pierna del mismo lado; tirole al suelo, le volvió a recoger, y le dejó por fin. El infeliz Yusio fué corriendo por su pié a la enfermería, donde falleció a los pocos minutos, pues en la segunda cogida tocó el cuerno la carótida ó las yugulares, y esto le produjo al desdichado banderillero tan repentina muerte. ¡Que Dios tenga piedad de su alma!. Ningún capote distrajo al toro durante el desavío mencionado.
  Cosme prendió despues un par cuarteando, de las de banderas y otro al sesgo de las ordinarias. Cara-Ancha, previos cuatro de telón, dos cambiados, uno con la derecha y dos naturales endosó, una algo baja y recta a volapié y luego, después de cojer el estoque que estaba entre los piés de Chocero, atizó a éste otra a volapié tambien baja, dando las tablas, intentando por fin descabellar a la fiera sin conseguirlo.
  Cosme se enredó con el capote al ir a correr al toro en la suerte última y cayó a los piés de lares; pero cuando ésta fué a hacer por el bulto ya Cosme, andando a gatas o a cuatro piés, se había puesto a salvo.

6 abr 2012

Torea por primera vez en público Rafael el "Gallo"

El Divino Calvo.
  8 de abril de 1897 toreó por vez primera en público el señor Rafael Gómez y Ortega, conocido por Rafael el Gallo o por el divino calvo,
  ¿No fué un suceso importante, desde el punto y hora en que con él inició el mencionado torero una carrera sonadísima, ora por los triunfos obtenidos en ella, ora por las espantadas?
  ¿No constituye dicho suceso una verdadera efemérides, habida cuenta de que fué el primer capítulo de una historia taurómaca, cuyo protagonista ha tenido el privilegio de ser el torero más discutido del mundo y tendrá el de que se hable de él por los siglos de los siglos?
  Sí, indudablemente, se trata de una magna efemérides, de un suceso importantísimo en los fastos de la tauromáquia.
  Ocurrió éste en Valencia; Rafael toreó acompañado de Revertito y actuaron de auxiliares su padre, el señor Fernando, Reverte y Emilio Bombita.
  Rafael Gómez se hallaba próximo a cumplir los quince años, puesto que vino al mundo en Madrid, el día 17 de julio de 1882.
  Rafael nació torero. Si el toreo no hubiera existido, lo hubiera inventado él para su recreo y para que le sirviera de alimento espiritual.
  Por eso dijo bien Guerrita cuando dijo:
  -El Gallo se cae de un quinto piso y cae torero.
  Cuando iba a cumplir trece años, su padre llamó a capítulo a él y a su otro hijo, Fernando, y les preguntó sólamente:
  -¿Que quereis ser ustedes?
  -¡Torero!- contestaron alimón los chicos.
  Esto ocurría el año 1895, el mismo en que vino al mundo el chiquitín de la casa: Joselito.
  El Gallo inculcó a sus hijos sus grandes conocimientos y les hizo practicar sus enseñanzas en una placita hecha "ad hoc" en su casa de Gelves.
  En 1897, seis meses antes de morir el Gallo (padre), fueron éste y Rafael al tentadero de Pablo Romero.
  Y el señor Fernando, que no andaba sobrado de bienes de fortuna, al volver a su casa cogió las manos de su mujer, se las apretó emocionado y la dijo:
  -"Gabriela, ya puedo morir tranquilo, porque te dejo un hijo que mientras pueda tener un capote de seda en la mano no os faltará que comer."
  Rafael comenzó a hacer sus correrías por esas plazas. Cuando volvía de alguna corrida, preguntábale su padre:
  -Vamos, hijo mío, dime: ¿has tenido "jindama"?
  -No, padre- contestaba el chaval.
  -Mira, "malange", no me engañes, que "aluego to me lo disen los papeles".
  Lagartijo el Grande vió torear a Rafael el 24 de junio de 1899 en Madrid y al salir de la plaza dijo:
  - De tarde en tarde sale un fenómeno en el toreo y este chiquillo es uno.
  Lagartijo el Grande y el Gallo padre podían sonreirse , oficiando de profetas, de Elías y Jeremías.
  Porque, señores: podrá guardarse uno de hacer elogios de Rafael cómo matador, ya que el "calvorota", en esto, es una "mijita" desigual; pero, camará, como torero tiene tratamiento de "Majestad" por "tuti quatri costati".